Bucaramanga elige alcalde: se cierran las urnas

Bucaramanga vive este domingo una jornada electoral atípica que rompe con la tradición política local. Luego de la anulación de la elección de Jaime Andrés Beltrán Martínez, la capital santandereana debe escoger nuevamente a su alcalde, quien solo permanecerá en el cargo durante dos años con el propósito de mantener la hoja de ruta administrativa ya avalada por el Concejo Municipal.

Para esta elección extraordinaria, la Registraduría Nacional del Estado Civil habilitó 1.319 mesas de votación, distribuidas para atender a un potencial electoral de 531.239 ciudadanos. Se trata de una convocatoria poco común, realizada fuera de los tiempos habituales y en una época del año que no favorece la movilización masiva de votantes.

En el tarjetón aparecen ocho aspirantes que lo apuestan todo en una contienda breve pero decisiva. Cristian Portilla compite con el respaldo del Partido de la ‘U’, Cambio Radical y el Centro Democrático; Carlos Bueno participa avalado por Colombia Justa Libres, la Liga de Gobernantes Anticorrupción y el Mira; Carlos Fernando Pérez representa a ADA; Juan Manuel González al Partido Demócrata; Humberto Salazar al Pacto Histórico; Rubén Morales al Partido Unitarios; Fabián Oviedo al Nuevo Liberalismo; y Jhan Carlos Alvernia al Partido Liberal.

El analista político Jhon Mario González advierte que Colombia ya enfrenta históricamente bajos niveles de participación electoral y que, en este caso particular, el panorama podría ser aún más complejo. Según sus proyecciones, la votación podría oscilar entre el 30 % y el 40 %, una cifra que reflejaría una desconexión significativa entre los ciudadanos y este proceso excepcional.

Precisamente por ese posible bajo flujo de votantes, las autoridades electorales estiman que el escrutinio será rápido. Con un solo tarjetón y menos complejidades logísticas, se espera que hacia las cinco de la tarde ya exista una tendencia clara sobre quién asumirá el mando del Palacio Municipal, sucediendo al actual alcalde encargado, Javier Sarmiento.

Este episodio no es del todo ajeno en la región. Hace cuatro años, Girón también enfrentó una elección extraordinaria tras la anulación del mandato de su alcalde por doble militancia. Hoy, Bucaramanga atraviesa una situación similar, luego de que el Tribunal Administrativo de Santander y el Consejo de Estado dejaran sin efecto la elección de Beltrán Martínez, obligando a repetir los comicios.

El costo de este nuevo proceso electoral supera los 18 mil millones de pesos, una cifra que ha generado cuestionamientos y debate ciudadano, especialmente por tratarse de un error ocurrido en las elecciones regionales de 2023.

Entre los candidatos, Cristian Portilla aparece como una de las figuras más visibles, tras haber sido asesor cercano del exalcalde Beltrán Martínez, quien ha acompañado activamente su campaña. Fabián Oviedo, por su parte, vuelve a aspirar a la Alcaldía tras haber sido concejal y obtener una votación destacada en los comicios pasados.

Desde la izquierda, Humberto Salazar representa al Pacto Histórico, mientras que Rubén Morales incursiona por primera vez en una contienda electoral tras una larga trayectoria como juez. Jhan Carlos Alvernia busca recuperar el poder liberal en la ciudad, mientras que Carlos Bueno apuesta por su experiencia en movilidad tras haber dirigido Tránsito en dos administraciones consecutivas. Juan Manuel González, con pasado en el Congreso, y Carlos Fernando Pérez completan el abanico de aspirantes.

La ciudad decide hoy no solo un nombre, sino la forma en la que se administrará Bucaramanga durante los próximos dos años, en un contexto excepcional que pone a prueba el interés ciudadano por la democracia local.