‘Canitas’ expuestas por cobrar el subsidio

Los abuelos de Bucaramanga y el área metropolitana que son beneficiarios del bono solidario de la tercera edad, denuncian ahora que se han visto perjudicados por el cambio de la empresa en la que pueden reclamar el dinero en efectivo, los ha afectado considerablemente. 

Anteriormente los ancianos podían cobrar en la sede de Efecty más cercana a su vivienda, con distanciamiento social y protocolos de bioseguridad. Sin embargo, ahora deben cobrar en Apuestas La Perla, pero sólo algunos puntos están habilitados, entre ellos la sede principal en la carrera 16, Centro de Bucaramanga hasta donde deben desplazarse desde distintos puntos de la ciudad, muchos de ellos solos. 

Doña Amparo de La Luz Suárez tiene que venir desde Colorados, al Norte de Bucaramanga para reclamarlo, y le contó a Késedice por todo lo que tiene que pasar, además les habrían reducido la cantidad de dinero por giro. 

“Es injusto, porque nos exponemos en el transporte, a que nos roben por acá y a toda clase de peligro, por 80 mil que es lo que nos están dando ya. Es una injusticia, porque yo soy una persona enferma que no puede estar acá aguantando hambre y sed”, aseguró la abuela. 

A su voz se unió, la de doña Flor Sánchez, quien aseguró: “¿Por qué nos quitan el bono por la mitad? ¿Qué hacemos con 80 mil pesos? Además, donde nos lo daban era guardando distancia, y ahora acá todos amontonados y aguantando el solazo”. 

Pero hay otros casos, como el de la señora Nicolasa Latorre, quien tiene que venir desde Piedecuesta a donde fue llevada por la pandemia, pero allí pudo cobrar el subsidio por mucho tiempo, pese a estar censada en Bucaramanga. 

“Me gustaría que eso mejorara, que no hubiera tanta aglomeración, ni tanta dificultad para venir a cobrar el bono, porque nos toca estar acá al sol en filas largas”, puntualizó. 

Además de las largas distancias, el clima y la falta de protocolos de bioseguridad, los abuelos se ven expuestos a la inseguridad, pues en el centro de Bucaramanga los delincuentes se aorovechan para robarles el dinero que reclama. 

Así lo aseguró Sandra Soto, quien llegó desde Floridablanca para acompañar a una abuelita que tuvo que venir desde Piedecuesta. Soto asegura que antes había orden, pero con el cambio hay hacinamiento y no hay espacios adecuados que respeten las normas de bioseguridad. 

“Es un desorden terrible, no manejan pico y cédula o alguna forma de que los abuelitos tengan seguridad. Llamé hasta la Policía y dijeron que enviaban dos patrullas y nada, porque había dos personajes que miraban sospechosamente, porque la gran mayoría de los abuelitos vienen a retirar el dinero solitos y se enfrentan a una gran inseguridad”, finalizó. 

Por lo tanto, los beneficiarios le piden al gobierno garantías para poder cobrar el subsidio que, para muchos representa su único ingreso, además de seguridad y cumplimiento de las normas de bioseguridad.