Video: Alférez atacado por venezolanos en el Centro

Un impresionante acto de intolerancia se registró hacia las 11:40 de la mañana de este miércoles en la carrera 18 entre calles 33 y 34 del Centro de Bucaramanga, donde un alférez fue atacado brutalmente por dos venezolanos.

Se trata del agente Gilberto Neira de la Dirección de Tránsito Municipal, quien en sus labores acudió para hacer un despeje de la zona porque el tráfico estaba muy congestionado.

Él cuenta que “había como cinco motos estacionadas (solas) en el costado izquierdo de la vía. Usamos el pito para llamar a los conductores, pero se demoraron en llegar y entonces se llamó a la Central para que enviaran la grúa”.

Mientras llegaba el vehículo para recoger las motos, “fueron llegando uno por uno los conductores. En eso se hicieron dos comparendos a unos colombianos”, y luego pasó el problema.

“Llegó un hombre con acento venezolano y presentó documentos como la licencia y la tarjeta de propiedad por una moto, pero luego apareció otro venezolano y se subió a la (misma) moto para irse, diciendo que le hicieran el comparendo a él. Además, dio un nombre diferente al suyo”.

Para completar, se unió a estos “una señora en embarazo, también venezolana”, que llamó por el verdadero nombre al segundo extranjero. Fue ahí que Neira les pidió “que fueran claros” y especificaran a quién se le iba a hacer el parte, que “no complicaran las cosas porque entonces iba a llamar a la Policía”.

Pero contrario a su petición, la situación se habría hecho más enredada cuando “todos empezaron a alegar” la mujer en gestación, “se aprovechó de su estado de embarazo para tratarnos mal”, indicó el alférez.

De uno momento a otro uno de los sujetos involucrados “corrió a la señora hacia atrás y en un descuido mío me mandó a la cabeza el casco que tenía en la mano. Yo tenía el casco puesto, pero la cámara que llevaba salió volando.

“Ahí fue que entre ambos me agredieron, empecé a sentir golpes de cascos por todos lados, además de pata y puño. Me tiraron al piso y se me cayó el casco. Por eso cada vez que me pegaban con los cascos en la cabeza, mi cabeza pegaba contra el piso”.

En la violenta escena finalmente intervino un comerciante del sector, que viendo la situación finalmente alejó a los agresores del agente de tránsito para salvarlo.