"Aquí les dejamos el primer muerto": panfletos contra comerciantes tras atentado en Bucaramanga

La escena fue rápida y desconcertante. En una calle del barrio Girardot, dos hombres pasaron de la calma a la urgencia médica tras ser atacados con arma de fuego por desconocidos que se desplazaban en motocicleta. El episodio ocurrió sobre las 3:30 de la tarde en la carrera 13 con calle 24, un punto donde a esa hora todavía hay movimiento de residentes y transeúntes.

Según lo reconstruido por las autoridades, los agresores llegaron al lugar sin levantar sospechas y, en cuestión de segundos, el parrillero accionó un arma de fuego en repetidas ocasiones. Los disparos impactaron a dos hombres que se encontraban en el sitio, quienes cayeron heridos mientras los atacantes escapaban rápidamente.

Las víctimas fueron identificadas como José Murillo Sandoval, de 50 años, quien recibió impactos en el abdomen y en uno de sus brazos, y Mario León, de 62 años, que resultó herido en una de sus piernas. La gravedad de las lesiones obligó a que ambos fueran trasladados de inmediato al Hospital Universitario de Santander, donde permanecen bajo observación médica.

Fueron los propios habitantes del sector quienes prestaron los primeros auxilios y alertaron a los servicios de emergencia. Minutos después, la Policía Metropolitana de Bucaramanga acordonó la zona para asegurar el lugar y permitir el trabajo de los investigadores judiciales.

Durante las diligencias realizadas por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), se produjo un hallazgo que podría cambiar el rumbo del caso. En el sitio fueron encontrados dos panfletos con mensajes de carácter extorsivo dirigidos a comerciantes del sector, documentos que ahora forman parte central del proceso investigativo.

Según la misiva, los comerciantes deben llamar a un número que aparece en el papel para ponerse de acuerdo con los bandidos con el fin de pagarles una cuota para que no les hagan daño ni a ellos ni a sus familias. Además, aseguran que ya les habían advertido y que no pararán los ataques contra quienes no paguen.

Las autoridades analizan si el ataque estaría relacionado con presiones criminales o disputas por control territorial en la zona. Mientras tanto, se revisan cámaras de seguridad y se recogen testimonios para identificar a los responsables y establecer si existe conexión con otros hechos violentos recientes en el mismo barrio.

El caso mantiene en alerta a la comunidad, que pide mayor presencia institucional y acciones contundentes frente a la escalada de violencia que, en los últimos días, ha golpeado distintos sectores de Bucaramanga.