Escondieron su cadáver en un closet

La repentina ausencia de la venezolana Anayleth Alexandra Marcano, a principios de esta semana, hizo que sus seres queridos se angustiaran durante dos días hasta que este miércoles en la tarde recibieron la peor de las noticias.

La vieron por última vez el 28 de septiembre a las 8:00 de la noche, en Puerto Madero. Hacía un tiempo que residía allí junto con su amado, en una torre en construcción de la calle 14B con carrera 13, misma donde laboraban: ella haciendo aseo y él como cuidador.

Este lunes, una conocida habría ido a buscarla hacia las 10:40 p.m.; pero quien se asomó por la ventana fue el compañero sentimental, identificado como J.D.A.A., quien aseguró que la joven de 23 años estaba durmiendo… desde entonces no hubo razón de ella.

El temor entre los allegados de Anayleth comenzó a crecer el martes a primera hora, cuando no la vieron en su rutina habitual.  

Según un residente de la zona, ella “no apareció, no le contestó ni a la amiga, ni al primo. Fueron a buscarla y sólo encontraron la ropa de ella, la del marido no. Pero se fueron porque no vieron nada más”.

La extraña situación mantuvo inquietos a sus seres queridos, por lo que una amiga y un primo regresaron a la obra a las 3:00 de la tarde del miércoles, para revisar de nuevo con ayuda del propietario. 

Testigos indicaron que al entrar a uno de los apartamentos, "detectaron un olor feo, entonces alumbraron para ver mejor". 

La sangre que goteaba sobre el suelo desde un armario, en aquel solitario lugar, 'alimentó' sus más escalofriantes sospechas, por lo que acudieron a las autoridades. 

Al abrir, los uniformados de la Sijin encontraron a la joven, al parecer, envuelta en bolsas plásticas. 

Pese a la descomposición del cuerpo, su cuello habría dado pistas de la violencia con que llevaron a Anayleth al final de sus días: la habrían asfixiado con una sábana, quizá en un descontrolado ataque de celos, según suponen sus seres queridos.

Mientras aquel cadáver era trasladado a Medicina Legal en Bucaramanga, en medio de un sobrecogedor duelo, los familiares de Marcano comenzaron su dolorosa espera para que la Justicia cumpla el proceso y capture al principal sospechoso, quien seria oriundo de Cúcuta, Norte de Santander.