Fiscalía destapa el rol que cumplió el Policía que facilitó atraco en IV Etapa

Durante la continuación de las audiencias por el frustrado robo a la Joyería Caracas, la Fiscalía entregó nuevas revelaciones que, según el organismo, demuestran que el subintendente Richard José Sierra Bravo no solo conocía los planes delictivos, sino que hizo parte de la estructura logística que permitió la ejecución del atraco.

El ente investigador expuso que, desde octubre, Sierra Bravo habría iniciado labores clandestinas para favorecer a la organización criminal ‘Los Costeños’. Entre esas acciones figuran seguimientos a los alrededores del centro comercial, revisión de los turnos y recorridos de las patrullas y un análisis de seguridad que habría compartido con los delincuentes para identificar la joyería más vulnerable al ataque.

Dentro de las pruebas presentadas se mencionó un teléfono que presuntamente le fue entregado por miembros de la banda con el fin de coordinar, mediante una llamada grupal, el momento exacto en que los asaltantes debían ingresar al establecimiento. Este dispositivo, según la Fiscalía, habría sido el canal de comunicación utilizado el día del hecho.

Los investigadores señalaron que el 29 de noviembre, mientras la banda se preparaba para entrar al local, Sierra Bravo mantenía contacto en tiempo real con los implicados, indicándoles cuándo ingresar, qué rutas tomar dentro del centro comercial y cómo evitar la reacción de los cuadrantes policiales. La Fiscalía sostiene que esta falta de respuesta no fue accidental, sino parte de un acuerdo previo.

La intervención del intendente jefe Fredy Francisco Leal Briceño —quien llegó al lugar como parte del equipo de reacción encubierta— cambió el rumbo de la operación criminal. Al enfrentar a los asaltantes, recibió impactos de arma de fuego que acabaron con su vida horas después en un centro asistencial.

Durante la audiencia, el fiscal del caso cuestionó con dureza el comportamiento del subintendente, señalando que su colaboración con el grupo delincuencial puso deliberadamente en riesgo a sus propios compañeros.

“No le importó la vida de sus compañeros. Los expuso a un riesgo que podía anticipar y evitar, teniendo pleno conocimiento del momento y el modo en que iba a desarrollarse el hecho”, afirmó el delegado del ente acusador.

Las audiencias continuarán en los próximos días, mientras la Fiscalía avanza en el análisis de evidencia digital y testimonios que podrían fortalecer la hipótesis de que el uniformado actuó como informante interno de la estructura criminal.