Muere uno de los soldados heridos en ataque en Aguachica: ya son siete los muertos

La noche del jueves se convirtió en una de las más violentas para la Fuerza Pública en la zona rural de Aguachica, Cesar, tras un ataque armado de gran magnitud contra una base militar del Ejército Nacional. La acción, ejecutada con explosivos y armas de fuego, sorprendió a soldados que se encontraban en entrenamiento y desató una emergencia de seguridad que aún mantiene en alerta a las autoridades.

Según el reporte oficial del comando de la Quinta Brigada, adscrita a la Segunda División del Ejército, el atentado fue perpetrado por integrantes del grupo armado organizado ELN, Frente Camilo Torres Restrepo. El blanco del ataque fue la Base Militar N.° 27 del Batallón de Infantería N.° 14 Capitán Antonio Ricaurte, considerada estratégica para el control territorial en esta región del país.

Las primeras investigaciones indican que los atacantes emplearon drones adaptados para transportar explosivos improvisados, además del lanzamiento de artefactos explosivos no convencionales tipo tatuco. Esta modalidad, señalaron las autoridades militares, evidenció un alto nivel de planeación y coordinación, con consecuencias devastadoras tanto en vidas humanas como en la infraestructura militar.

Inicialmente, el Ejército confirmó la muerte de seis militares como consecuencia directa del ataque. Las víctimas fueron identificadas como los soldados profesionales Jaime Alejandro Cárdenas Ramírez, Mateo Pino Pulgarín, Juan David Pérez Vides, Kevin Andrés Méndez Torres y Jhon Fredy Moreno Sierra, así como el soldado Brandon Daniel Valderrama Martínez. A este balance se sumó posteriormente el fallecimiento del soldado profesional Jorge Mario Orozco Díaz, quien había resultado gravemente herido y murió en las últimas horas mientras recibía atención médica especializada.

Además de las víctimas fatales, 31 uniformados resultaron heridos durante la ofensiva. De ellos, cinco permanecen bajo observación médica especializada debido a la gravedad de sus lesiones, mientras que los demás presentan heridas leves y continúan en proceso de recuperación.

El Ejército Nacional condenó de manera enfática este ataque, calificándolo como una grave violación a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario. Asimismo, informó que se mantiene un despliegue operacional reforzado en la región con el objetivo de afectar de manera contundente el accionar del ELN y garantizar la seguridad de las comunidades cercanas.

Las reacciones de rechazo no se hicieron esperar desde distintos puntos del país. El alcalde de Bucaramanga, Cristian Portilla, expresó su solidaridad con las familias de los militares fallecidos y anunció el fortalecimiento de las medidas de seguridad en la capital santandereana, tras la realización de un consejo extraordinario de seguridad.

Por su parte, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, manifestó su respaldo a las autoridades del Cesar y a los familiares de las víctimas, al tiempo que exigió una respuesta firme y contundente del Estado frente a los responsables de este atentado que enluta a la Fuerza Pública y al país.

Con el fallecimiento del soldado Jorge Mario Orozco Díaz, se eleva a siete el número de militares que entregaron su vida en cumplimiento del deber. El Ejército reiteró su rechazo absoluto a estas acciones terroristas y aseguró que continuará con operaciones sostenidas en la zona para restablecer el orden y proteger a la población civil.