‘Infierno’ en El Paraíso: Mató, hirió y se suicidó en Lebrija

La vereda Portugal del municipio de Lebrija fue sacudida hoy con una violenta escena hacia las 10:10 de la mañana, cuando, disparo tras disparo, se ‘desató’ el infierno en el lote 8 del caserío El Paraíso.

Allí, según las primeras hipótesis del hecho, un hombre de 77 años identificado como Gilberto Roncancio Lucena, mató a una joven de 23 años, hirió a su exesposa de 70 años y luego se suicidó.

La mujer fallecida fue identificada como Diana Lamus Suárez, quien se desempeñaba como empleada del servicio de doña Cándida Hernández Ramírez, excompañera de Gilberto y quien también resultó gravemente lesionada.

Según testimonios de habitantes del lugar y de familiares, el adulto mayor y la joven Diana sostendrían una relación sentimental, que habría motivado el brutal caos este lunes.

Crimen pasional en el ‘Municipio Piñero’

Todo parece indicar que Diana se encontraba desde primera hora de la mañana ejerciendo sus labores, en presencia de la señora Cándida, cuando llegó Gilberto y se desató una discusión por temas pasionales.

Sin mayor espera para las razones y pronunciando la temida, irracional y egoísta frase: “Si no es para mí, no es para nadie”, en versiones de vecinos, el hombre habría desenfundado el arma de fuego y habría comenzado a disparar hasta que las mujeres cayeron al suelo de la sala en su agonía.

Un residente cercano, alertado por los escalofriantes estallidos, corrió al lugar y contempló la sangrienta imagen; allí estaba el atacante, de pie y con el revólver aún en la mano.

Habría intentado mediar con él, pero Gilberto le habría respondido con una amenaza para que se fuera o sino también le disparaba, entonces el vecino se alejó con temor por su vida.

Segundos después se sintió la última detonación al interior de la vivienda, la de la bala que habría terminado con los días de Roncancio Lucena por su propia mano, tras estremecer a la zona rural ‘piñera’.

Cinco disparos 

Mientras la joven Diana quedó tendida en el lugar, muerta al parecer por un solo disparo, la comunidad buscó ayudar a doña Cándida, quien fue trasladada al Hospital Local de Lebrija con un tiro en el tórax, otro en el abdomen y uno más en el brazo derecho.

Sin embargo, el delicado estado de salud de la adulta mayor hizo que los galenos la remitieran pronto al Hospital Universitario de Santander en Bucaramanga, donde estaría luchando por sobrevivir.

Por su parte, el cuerpo de Gilberto fue hallado sin signos vitales, con una herida de arma de fuego en la región parietal de la cabeza y junto al revólver que habría utilizado, de calibre 38 largo y marca Mark Escorpión.