Tras las rejas por casi matar a su ex en Bucaramanga

A Jorge Luis Quintero Ortega le llegó a hora de responder por el cruel ataque que perpetró en contra de su excompañera sentimental, cuando pretendía obligarla a regresar con él, el pasado 27 de agosto en el sur de Bucaramanga.

El hombre de 25 años fue imputado por la Fiscalía por el delito de feminicidio agravado y - aunque no aceptó el cargo - un Juez le impuso medida de aseguramiento intramural ante las evidencias del crimen, registrado en el barrio Villa Flor, cerca del Dangond.

Allí arremetió contra la víctima, una menor de edad con quien había convivido durante año y medio y quien decidió terminar la relación sentimental debido a las múltiples agresiones a las que era sometida por parte de Quintero Ortega, según la Fiscalía.

La jovencita hoy permanece recibiendo atención médica en una Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Internacional de Colombia en Piedecuesta; su mamá y su hermana ruegan por un milagro pues todo indicaba hace unas semanas que la joven quedaría limitada de su movilidad.

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CELOS BRUTALES

La tarde de ese sábado la menor había llegado de visitar a su papá en Zapatoca. Arribó a la tienda de su mamá en el barrio Bucaramanga y luego dijo que estaba cansada y que se iba para la casa.

Pero antes quiso pasar por un puesto de empanadas para saciar su hambre; en ese camino la interceptó su ex con amenazas.

“El delincuente ese me la raptó, la secuestró porque ella se fue contra su voluntad; le puso un cuchillo en la espalda y le dijo que si no se iba con él la iba a matar ahí en todo caso”, narró Sirley, madre de la víctima.

“La subió a un taxi y se la llevó. Pero en los semáforos del Dangond, que estaban en rojo, la niña lo que hizo fue abrir la puerta y bajarse. Empezaron a discutir en la calle y él decía que se fueran para la casa, que lo perdonara, que siguieran como si nada, que él no le iba a volver a hacer daño.

“Pero los vecinos del sector cuentan que ella le decía ‘¡No, ya no quiero, déjeme, yo ya no lo quiero!’”, y contrario a escucharla, respetarla y ‘amarla’ como decía… el hombre se ‘transformó en bestia’.

“Le pegó en la frente con la cacha del cuchillo. Ella se levantó y lo empujó; pero ahí ella dice que sintió que algo le bajaba por el cuello, se puso la mano, sintió sangre y cayó. Porque resulta que la puñalada le dañó la médula ósea y no podía pararse, sintió el ‘destemplonazo’ y cayo”, explica la acongojada madre.

LA POLICÍA LO ATRAPÓ EN PROVENZA.

Con cobardía, además de dañar de esa manera a la menor de edad, el sujeto se dio a la huida y tomó por una zona boscosa del barrio Provenza, en la calle 105 con carrera 15, pero hasta allí lo alcanzaron los uniformados del CAI, quienes le incautaron el cuchillo y lo capturaron.

Ahora la Fiscalía confirmó una respuesta para las súplicas de la familia, que tenía que lo dejaran libre.

En ese entonces doña Sirley pedía “¡Qué hagan justicia y no me lo suelten por nada del mundo porque ese hombre es un peligro! No solo ha sido con mi hija, lo hizo con la pareja que tenía antes, le chuzó las nalgas con cuchillo… además dijo que si salía de la cárcel iba a matar a mi hija”.