Indignación por falta de solidaridad con policías atacados

Como indolente fue catalogada la actuación de la ciudadanía que pasó y grabó los restos del atentado perpetrado con explosivos este lunes contra una camioneta de la Policía en Frontino, Antioquia, pues además de registrar la magnitud del estallido no pararon a auxiliar a los dos uniformados sobrevivientes.

Tanto el subdirector de la Policía Nacional, Hoover Penilla, como varias organizaciones y representantes de derechos humanos, han expresado su crítica ante la falta de solidaridad y ayuda en este violento acto, que acabó con la vida del mayor Mauricio Grueso Monterrosa, comandante del Distrito en Frontino, y su conductor, el patrullero Wilber Alexander Silva Goez.

Tanto ellos como los dos policías de la Sijin que sobrevivieron se desplazaban en una camioneta oficial por la vía hacia Uramita, en una investigación por varios homicidios, cuando fueron atacados en el sector Chorodó, quedando junto al vehículo destrozado a un lado del camino. 

Las autoridades le atribuyen el brutal hecho al Clan del Golfo que opera en la zona y por ahora han ofrecido una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información para dar con los responsables.

Sin embargo, el dolor se hace más fuerte al pensar en la indiferencia de las personas que alcanzaron a ver a los graves lesionados sin acercarse a apoyarlos; solo los grabaron.

“Puede que el miedo sea mucho por el actuar de estos delincuentes, pero pasar en un vehículo haciendo una filmación, detener la marcha un poco para tomar unas imágenes, hacer unos comentarios y no ayudar a un ser humano que estaba pidiendo ayuda, independiente que fuese un policía”, es inconcebible para Penilla.

En el Twitter del general Jorge Luis Vargas Valencia, director de la Policía Nacional, expresó sus condolencias y detalló que en cuanto al Mayor Grueso que una viuda y dos niñas de 9 y 13 años huérfanas, mientras que el patrullero Silva deja una viuda y una hija de 14 años sin su padre.

Por su parte, los lesionados fueron llevados al Hospital San Vicente en Medellín, donde el patrullero Juan Pablo Monsalve se recupera de traumas de cadera y tórax, mientras que el intendente Weisner Osorio se mantiene crítico en una Unidad de Cuidados intensivos por un trauma craneoencefálico.

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