Le dio una golpiza a su mamá porque hacía mucho ruido en la cocina

Un episodio de intolerancia en el corregimiento de Caimalito, en Pereira, derivó en una condena judicial para Juan Camilo Grisales Marín, de 22 años, quien deberá pagar 24 meses de prisión tras ser hallado responsable del delito de violencia intrafamiliar.

El caso llegó a los estrados del Juzgado Décimo Penal Municipal con Función de Conocimiento, que avaló el preacuerdo firmado entre la defensa y la Fiscalía 23 Local CAVIF, permitiendo al acusado recibir una rebaja del 50 % de la pena tras aceptar los hechos.

Lo que ocurrió

Los hechos se registraron el 20 de agosto de 2025, hacia las 9:15 de la mañana, en el barrio Nuevo de Caimalito. Según el testimonio de la víctima, una mujer de 43 años, su hijo perdió el control porque le molestaba el ruido que ella hacía en la cocina mientras preparaba el desayuno.

Dominado por la ira, el joven comenzó a insultarla con expresiones degradantes como “perra sapa”. Luego pasó a la agresión física: la tomó con fuerza de los brazos, la empujó contra una pared y la golpeó varias veces en distintas partes del cuerpo.

Los gritos alertaron a los vecinos, quienes llamaron a la Policía. Cuando los uniformados llegaron, encontraron al joven sujetando a su mamá contra la pared. Los agentes intervinieron de inmediato y procedieron a capturarlo.

El proceso judicial

La investigación fue asumida en un primer momento por la Fiscalía 33 URI de Pereira, que le imputó el delito de violencia intrafamiliar agravada. En esa etapa, Juan Camilo negó los cargos, por lo que el Juzgado 14 Penal Municipal con Función de Control de Garantías ordenó su reclusión preventiva en un centro carcelario.

Sin embargo, semanas más tarde, tras reflexionar sobre lo ocurrido, el joven decidió aceptar su responsabilidad y negociar un preacuerdo con la Fiscalía. El 20 de octubre se realizó la audiencia concentrada en la que formalizó su aceptación de cargos.

Finalmente, el juez avaló el acuerdo, dictó sentencia condenatoria y ordenó que Grisales Marín cumpla la pena en el establecimiento penitenciario que asigne el Inpec.

Este caso se suma a las alarmantes cifras de violencia intrafamiliar en el país y recuerda la importancia de denunciar a tiempo para evitar que situaciones de maltrato avancen hacia consecuencias irreparables.