“¡La mató, la mató!”: asesinan a una mujer en silla de ruedas dentro de su casa

El reloj marcaba las 8:30 de la noche del viernes cuando el sonido de una motocicleta rompió el silencio del barrio Brisas del Porvenir, en la Comuna 6 de Cúcuta. Segundos después, un disparo estremeció la zona y los gritos de los vecinos —“¡la mató, la mató!”— revelaron el horror que acababa de ocurrir.

En el interior de una humilde vivienda en obra gris, ubicada sobre la calle 18A, yacía Lilibeth Alejandra Flórez Maldonado, una joven de 25 años, víctima de un ataque directo y premeditado. El sicario, que llegó a bordo de una motocicleta, se detuvo frente al inmueble, entró sin titubear y le disparó en la cabeza. El proyectil fue mortal.

Lilibeth, quien usaba silla de ruedas para movilizarse debido a una discapacidad física, murió sobre su cama, a escasos centímetros de la cuna donde dormía su bebé de seis meses, que esa noche, por fortuna, estaba bajo el cuidado de su abuela.

Una vida marcada por la lucha y la pobreza

La víctima vivía con su pareja sentimental desde hacía apenas once días, tras haberse mudado del barrio Aeropuerto buscando una nueva oportunidad. Según los vecinos, eran poco conocidos en la zona.

“Se habían pasado el 28 de octubre. Ella era inválida, pero muy amable. No molestaba a nadie”, relató un residente al diario La Opinión.

La vivienda reflejaba la precariedad en la que vivía la pareja: paredes sin pintar, un colchón extendido sobre el suelo, la silla de ruedas en una esquina y la cuna de su bebé junto a la cama.

Miembros de la Policía Metropolitana de Cúcuta acordonaron la escena mientras peritos de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) realizaron la inspección técnica del cuerpo y la recolección de evidencias. Hacia las 10:30 de la noche, el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde se adelantan los procedimientos forenses.

Una posible venganza

Aunque el móvil del crimen aún no ha sido confirmado, las primeras hipótesis apuntan a un posible ajuste de cuentas. Según versiones recogidas en el lugar, la pareja podría haber estado relacionada con cobros de dinero o préstamos informales conocidos como gota a gota.

“Dicen que él cobraba plata, pero no sabemos si era el que prestaba o solo trabajaba para alguien más”, comentó un vecino al citado medio.

Por ahora, las autoridades avanzan en la búsqueda de los responsables y en la revisión de cámaras de seguridad del sector, mientras el barrio Brisas del Porvenir intenta asimilar la crueldad del ataque que terminó con la vida de una mujer indefensa.