Salió a robar y lo mataron: víctima de un atraco abatió al bandido

La noche del lunes 29 de diciembre quedó marcada por un hecho violento ocurrido en el municipio de Villa del Rosario, donde un joven de 25 años perdió la vida tras participar en un asalto armado que salió completamente de control. La víctima fue identificada como Taylor Sebastián Suárez Correa, conocido con el alias de “Abuelito”.

El episodio se registró hacia las siete de la noche en la calle 1N, entre las carreras 7 y 8, a un costado de la cancha Maracaná, en el barrio Santander. Allí, un grupo de personas departía en un establecimiento comercial cuando fue sorprendido por dos hombres armados que llegaron en una motocicleta negra tipo señoritera, sin placas visibles.

De acuerdo con la reconstrucción preliminar de los hechos, los agresores descendieron del vehículo y ejecutaron el robo de manera coordinada. Mientras uno de ellos intimidaba a las víctimas con un revólver, su cómplice se encargaba de despojarlas de objetos de valor, entre ellos teléfonos celulares y varias cadenas de oro, cuyo valor total sería considerable.

Tras apoderarse de los elementos, el acompañante emprendió la huida con lo robado, mientras Taylor Sebastián permaneció unos segundos más en el lugar, aún con el arma en la mano. Fue en ese instante cuando la situación dio un giro inesperado. Al intentar retirarse, una de las víctimas del atraco reaccionó, desenfundó un arma de fuego y abrió fuego contra los asaltantes.

Los disparos alcanzaron a ambos delincuentes. Suárez Correa recibió tres impactos de bala por la espalda y cayó gravemente herido sobre el asfalto, mientras que su cómplice también resultó lesionado, aunque logró huir del sitio. La escena generó pánico y confusión entre quienes presenciaron el hecho.

Lo ocurrido no terminó con los disparos. Según testigos, una multitud se aglomeró alrededor del cuerpo del joven y, en medio de la exaltación, se produjo una agresión colectiva, con golpes propinados incluso cuando ya no presentaba signos vitales, profundizando la gravedad del episodio.

Las autoridades llegaron posteriormente al lugar para acordonar la zona y adelantar las diligencias judiciales correspondientes. El caso es analizado bajo varias líneas de investigación, entre ellas la legítima defensa y los límites de la reacción ciudadana frente a un hecho delictivo.

El hecho reabre el debate sobre la inseguridad, el porte de armas y la violencia que se desata cuando un acto criminal encuentra resistencia armada, dejando como saldo una muerte violenta y una comunidad impactada por una escena extrema.