Fotógrafa denuncia que fue violada por colega

La vulnerabilidad de la fotógrafa paisa Diana Quirós, al hablar en cámara sobre un abuso sexual al que fue sometida por parte de un colega en Bogotá, se ha convertido en ejemplo de valentía y en una firme petición por Justicia, que pretende sentar un precedente para que este caso no se repita con ninguna otra mujer.

El lamentable hecho se habría dado a finales de febrero, cuando Diana viajó a Bogotá para encontrarse con Daniel Alexander Buitrago Cruz, o ‘Alex Cruz’ como es conocido este fotógrafo de eventos sociales, con quien tenía programado registrar una boda en Villa de Leyva, Boyacá, según cuenta ella en un video que hizo público en redes sociales.

Quirós asegura que tenía una reserva en un hotel, pero que su colega le insistió en que cancelara porque le tenía una habitación "en la casa de una hermana"; sin embargo, al llegar con él al lugar propuesto, ella se percató de que era la vivienda de un hermano, quien además cogió una maleta, se fue y los dejó solos allí.

Teniendo en buena estima a su colega, Diana no se alarmó y aceptó unas cervezas mientras estaba en el computador preparándose para el trabajo que tenían por delante, al tiempo que él preparaba supuestamente unos alimentos.

Pero pasados los minutos Quirós perdió la conciencia y al despertar, casi dos horas después por lo que ella llama un instinto de supervivencia, tenía al fotógrafo encima, con las manos en su cuello, ahorcándola.

La joven profesional explica que como pudo tomó sus cosas y salió, siendo auxiliada por un taxista que la llevó a un hotel, desde donde llamó a la Policía y la línea 155. Entonces una ambulancia la recogió allí y la llevó a la Clínica Palermo, donde permaneció dos días interna.

Luego de los duros exámenes para verificar el abuso sexual, que se le realizaron en el centro médico y también en Medicina Legal, Diana conoció en sus resultados que había sido drogada con Fenciclidina, conocida como ‘Polvo de Ángel’, ‘Píldora de la Paz’ o ‘Hierba Mala’.

A pesar de lo triste y humillante que es para ella hablar de la situación, dice que lo hace “porque no puedo permitir que esto le pase a alguien más; él está cerca de mujeres y quinceañeras tomándoles fotos.

“Lo cierto es que una mujer debería tener derecho y libertad de estar en cualquier lugar del mundo, en compañía de la persona que sea, sin sentir miedo, sin ser violentada y sin pensar que al que tiene al lado la va a lastimar.

“No puede ser que este tipo de actos se vean justificados por que uno como mujer confió, porque no sintió miedo o creyó que estaba con una persona que sería incapaz de hacerle daño”, concluyó Diana.